Cuando esta práctica se aplica correctamente, el patrimonio de la familia se reparte justa y equitativamente tanto para los herederos como para los bienes y las empresas, buscando que el patrimonio y la empresa familiar crezcan y perduren.
Con esta práctica se busca desarrollar a las siguientes generaciones de manera que la empresa familiar cuente con buenos Ejecutivos, Directores y Consejeros. También se busca que la nueva generación sienta respeto y amor por su empresa.
Con esta práctica se busca que las empresas familiares mejoren poco a poco sus funciones básicas y que estas se realicen más profesionalmente.
Estamos hablando de las funciones de Comercialización, Operaciones, Administración, Recursos Humanos, Sistemas etc., para esto se requiere tiempo y profesionales expertos interna o externamente.
Esta práctica nos ayuda a planear el crecimiento de la empresa a futuro junto con los planes de vida de los socios familiares. La planeación se inicia normalmente en las pequeñas empresas familiares con una visión del emprendedor, un presupuesto y una chequera. Con el tiempo, y buenas prácticas, esta planeación se va sofisticando y se requiere entonces una visión, objetivos, estrategias y presupuestos detallados.
Siempre es conveniente tener reglas básicas que ayuden al desarrollo de la empresa. Un buen Protocolo que contenga la Historia, Legado, Valores y la Intención de la Empresa Familiar, ayuda mucho en el proceso.
El Libro de Políticas es aclarar las reglas básicas de los socios como son: Formación y Operación de la Asamblea y los Consejos, Ingreso de Familiares a la empresa, Sueldos y Beneficios, el Reparto de Utilidades etc. y cualquier otra regla que evite problemas a futuro a los socios de la empresa familiar.