Los 7 Miedos de la Empresa Familiar

Es bien sabido, en el mundo de los Negocios Familiares, que desaparecen en la Segunda Generación las dos terceras partes de las empresas fundadas y que del 35% restante, solo sobrevive el 15% a la tercera generación.

¿Cuál es esa tremenda enfermedad que causa la muerte del 85% de estos negocios?

Nuestros años de consultoría de empresas familiares, nos han permitido reconocer las principales causas de esta mortandad y las hemos bautizado como “Los 7 Miedos de las Empresas Familiares”

Como seres humanos, tenemos siempre la opción del libre albedrío, podemos escoger en cada instante entre ser felices o infelices, el miedo o el amor, la abundancia o la escasez.

Desgraciadamente, entre las empresas familiares que desaparecen, se ha escogido la opción de pensar solo en el aspecto negativo.

A continuación, presentamos los siete principales miedos que hacen que las empresas familiares desaparezcan.

 

  1. Miedo a reconocer el problema

    El no aceptar el problema y pensar que no existe o que se va a resolver por arte de magia, es el principio del decline de una empresa familiar.

    Las adicciones del hombre se pueden solucionar solo cuando el adicto reconoce que tiene un problema.

    El evadir el problema, sin analizarlo y sin solucionarlo, solo hace que el conflicto se haga mayor.

    Esto sucede en numerosos negocios familiares, en donde el dueño y los familiares no reconocen o no aceptan los problemas de la familia y de la empresa.

    Se rehúsan a ver todos los síntomas que presenta una empresa en crisis como son los constantes conflictos familiares y la declinación del negocio, negocio que hace años tenía éxito.

    Hay que tomar en cuenta que las crisis son también sistemas de depuración, en donde solo sobrevivimos los más aptos.

    Reconocer conscientemente que tengo un problema, y que yo tengo también el poder de solucionarlo, es parte esencial del proceso de sanación, es el inicio de la curación.

  2. Miedo a confrontar el problema y pedir ayuda

    Puede ser que el dueño y la familia reconozcan que tienen un problema, pero no aceptan el confrontarlo directamente.

    Es como el paciente que acepta su enfermedad, pero le da miedo ir al Médico por tomar el tratamiento o por el diagnóstico que pueda recibir.

    Es importante, a nivel consciente, aceptar y confrontar el problema, no basta solo aceptarlo.

    “Acepto que tengo problemas familiares y de empresa, pero no tengo tiempo para un diagnóstico” …nos decía un dueño de un negocio familiar en problemas.

    Él ha pasado la etapa de aceptar su problema, pero no quiere confrontarlo ni pedir ayuda. Prefiere la muerte lenta o esperar que suceda un milagro.

  3. Miedo a perder el poder

    “En este proceso de curación del negocio familiar, de seguro los médicos me dirán que delegue todo a mis hijos y me retire, me dejarán solo, a un lado, sin tomar decisiones y fuera el negocio, y eso no es bueno para mi”:…. “Si no atienden bien el negocio me moriré yo también”

    La realidad es que, con el paso del tiempo, el dueño o fundador tendrá más años, más problemas y menos energía, además tendrá mas trabajo porque el negocio seguirá creciendo.

    El proceso de sucesión y de delegación, no debe ser drástico, debe hacerse paso a paso y por etapas, primero se debe delegar lo menos relevante, para quedarse al final solo con lo importante y con esto debe reducirse el horario de trabajo de 10 a 5 horas diarias. Se tiene también que consolidar la estructura empresarial poco a poco con personal competente.

    La sucesión no es abdicación, la experiencia del dueño es valiosa y siempre será bien utilizada en consejo o en proyectos especiales.

  4. Miedo a aceptar la problemática familiar

    “La ropa sucia se lava en casa, mi familia tiene muchos esqueletos en el closet, es mejor que se quedan ahí y que nadie fuera de nosotros se entere”.

    Se tiene la experiencia de que si el sistema familiar está enfermo, esta enfermedad pasa automáticamente al sistema de empresa.

    Familia sana, empresa sana. Todas las familias tienen problemas, lo mejor es aceptarlos y confrontarlos, no se van a resolver solos.

    La familia ideal se debe aceptar con todo lo bueno y lo malo que tiene.

  5. Miedo a aceptar los errores de la empresa

    “Con toda seguridad, después de realizar el del diagnóstico, saldrán todos los malos manejos de la empresa, empezando por los míos, que flojera y que miedo dar explicaciones sobre mis errores del pasado”. “Lo mejor es echarles tierra y dejar pasar el tiempo, ya muerto no me pueden reclamar”.

    Es verdad que el dueño es responsable de los errores del pasado, pero un diagnóstico no se hace para buscar culpables, sino para identificar problemas actuales y prever las consecuencias para el futuro.

    Mediante esta herramienta se detectan las áreas críticas de la empresa familiar, tanto de la familia como de la empresa, y la interacción que ejercen afectando la afectividad familiar y la efectividad en los negocios.

  6. Miedo a aceptar la vejez y la muerte

    “No quiero que me vengan a decir que ya estoy viejo y que pronto me voy a morir”. “Yo me siento muy bien y si me muero pues ya mis hijos se encargarán de lo que quede”.

    La vejez es parte del proceso de la vida y como todo tiene sus ventajas y sus desventajas. Algunos afortunados que la planean bien, realizan en estos años lo que siempre desearon hacer.

    Los que no planean su vejez terminan sin hacer lo mejor de su vida, dejando muchos problemas a sus herederos. Quienes sí la planean, dejando todo arreglado, Patrimonio, Testamento, Sucesión de Dirección, la muerte llegara tranquilamente, sin apremios o sorpresas, luego de una vida plena en realizaciones.

  7. Miedo a pedir ayuda externa y su costo

    “Cómo pedirle a un extraño que conozca toda mi problemática familiar y empresarial, y además, cómo le voy a pagar”:

    Los consultores de la empresa familiar son los médicos de este tipo de empresas, su función es cuidar y sanar a la familia y a la empresa.

    Su ética profesional los hace discretos y confiables, su experiencia les dice que cada negocio familiar es diferente y que todos necesitan pasar por un proceso de diagnóstico para identificar los principales problemas y sus soluciones.

    Aunque todas las empresas familiares son diferentes, y necesitan soluciones a la medida, la experiencia de los consultores les dice cual es el mejor camino.

    “Seguro que me saldrá carísimo el trabajo de los consultores, para que me digan lo que yo ya se, y que no tengo tiempo para componer”

    El diagnóstico no debe verse como un costo, sino como una inversión preventiva.

    Si no se resuelven los problemas de la familia y de la empresa, se harán mas grandes y después tal vez sea demasiado tarde, pues se convierten en detonadores de conflictos que llevan al fracaso y al cierre de la empresa. Eso es el verdadero costo de no tomar acción.

    Muchas veces, el miedo es generado por el desconocimiento y es difícil aceptar que otros ojos vean fríamente a nuestra empresa y a nuestra familia.

    El diagnóstico de las empresas familiares es preventivo y nos evitará males mayores a futuro. Finalmente, lo que se logra son medidas sanas que permiten que la empresa sobreviva y sea factor de unión y de abundancia para la familia.

    En Family Business Aso. México tenemos la experiencia para tratar con cualquier caso de empresa familiar, no dudes, contáctanos, te ayudaremos a tener una empresa familiar segura y preparada para trascender.