7 Escenarios de la Sucesión Patrimonial en la Empresa Familiar
Posiblemente, una de las mayores causas de desaparición de las empresas familiares es una mala decisión en la sucesión patrimonial, ya sea por falta de experiencia o por malas decisiones de los fundadores. En nuestra experticia, de más de 30 años trabajando con negocios familiares, nos hemos encontrado con diferentes escenarios a enfrentar en lo referente a la sucesión del patrimonio familiar, escenarios que comentaremos y daremos nuestra recomendación para resolverlos de la manera mas apropiada.
1. El padre se niega a soltar
Normalmente, los fundadores de las empresas familiares han pasado una vida luchando para formar sus empresas y su patrimonio, por lo tanto, se resisten a soltarlo cuando entra la siguiente generación. Piensan que sus hijos no cuidaran la empresa como ellos lo hicieron y que posiblemente acabaran rápidamente con el patrimonio, es por eso que se resisten a iniciar la sucesión patrimonial en vida.
Muchos fundadores no hacen esta sucesión patrimonial, dejando todas las decisiones a su conyugue, quien no conoce mucho del negocio ni mucho menos de cómo repartirlo. Otra decisión muy frecuente es un testamento universal, en donde se reparte todo en partes iguales a los sucesores, lo que resulta en muchos problemas, en venta de empresas o en impugnaciones de testamentos por hijos fuera del matrimonio.
La decisión de repartir por partes iguales es difícil de implementar y solo puede realizarse vendiendo o rematando todo el patrimonio.
2. Los sucesores que trabajan en la empresa
La posición de estos sucesores es muy difícil, pues no pueden hablar de la muerte con el padre y normalmente no lo hacen hasta que sucede lo inevitable.
Cuando el padre habla con los hijos de la sucesión patrimonial le es muy difícil definir que le toca a cada uno, pues en el proceso de decisión intervienen las emociones y los sentimientos.
Lo recomendable es que aquellos hijos que han trabajado en la empresa y tienen amor por ella reciban un porcentaje mayor de acciones, pues ellos cuidaran mejor el patrimonio familiar.
Muchas veces, los sucesores cansados de esperar la decisión testamentaria del padre abandonan la empresa familiar original y forman sus propias empresas, perdiéndose energía vital de nuevas generaciones para que la empresa familiar trascienda.
Un buen ejemplo de sucesión patrimonial, cuando los sucesores trabajan en la empresa, es el siguiente:
En una empresa familiar, dedicada a la venta de ropa a nivel internacional, el padre y fundador inicia el reparto de acciones en vida, dando a tres de sus hijos, quienes han trabajado toda la vida con él en la empresa, una participación accionaria minoritaria inicial, dándoles además participación en el consejo de la empresa familiar. Esta mínima parte accionaria se va incrementando con los años, como va creciendo la empresa.
Finalmente, el padre ocupa la Presidencia del Consejo, tiene en usufructo todos los bienes de la empresa, de los cuales recibe rentas cuantiositas, y sus hijos y nietos tiene ya definida su participación en la empresa, los hijos que operan la empresa tienen la mayoría de las acciones y reportan mensualmente los resultados del negocio al Consejo de Administración, recibiendo el padre mensualmente todas sus rentas.
Los bienes inmuebles pueden pasar a una inmobiliaria en donde los hijos también reciben acciones, muchas veces, por partes iguales.
3. Los sucesores que no trabajan en la empresa
Los sucesores que no trabajan en la empresa familiar no saben si tendrán una participación en la herencia y también les está prohibido hablar con el fundador sobre el tema. Muchas veces envidian a sus hermanos que trabajan en la empresa por que tienen acceso a la riqueza que ésta genera: sueldos, prestaciones, coches, viajes, etc., que sí reciben sus hermanos.
En muchas ocasiones el padre apoya a estos hermanos dándoles casas o rentas mensuales para que puedan sobrevivir.
Nuestra recomendación es que el padre y fundador proteja a los sucesores que no trabajan en la empresa con una pequeña participación de acciones, las cuales les permitan formar parte del conejo familiar, el ser consejero también les da acceso a honorarios que cubran su tiempo de consejeros, las acciones les dan derecho a los repartos anuales de utilidades.
4. Miembros de la tercera generación
No existiendo claridad testamentaria para sus padres y no existiendo reglas claras para trabajar en la empresa familiar, la tercera generación decide no entrar al negocio por los conflictos que puede causar su ingreso. En muchas ocasiones, los hermanos sucesores toman un acuerdo de que no entren sus hijos en el negocio familiar.
Recomendamos, para tener una buena sucesión patrimonial en este posible escenario, reglas claras que le permitan a la tercera generación ingresar y participar en la empresa familiar, y a futuro ser dueños de las acciones heredadas por sus padres. Ellos traerán nuevas ideas y energía para continuar el crecimiento de la empresa.
5. Hijos fuera del matrimonio en la empresa familiar
Normalmente, el fundador de la empresa familiar no sabe que hacer al respecto, pues esto genera graves conflictos familiares, nuestra recomendación es que a estos sucesores se les proteja con bienes inmuebles, para no causar conflictos en la empresa de los hijos legítimos.
6. La sucesión patrimonial de los empleados leales en la empresa familiar
En todas las empresas familiares existen antiguos empleados leales que han aportado toda su vida al servicio de la familia del fundador, el chofer, la cocinera, la ama de llaves, etc., ellos han trabajado por años con la familia. Para ellos, es recomendable que el fundador otorgue una recompensa en dinero para compensar varios años de esfuerzo y a veces toda una vida.
El caso de los ejecutivos es diferente, pues ellos cuentan, normalmente, con planes de retiro de la empresa y del seguro social, los cuales les permiten vivir los últimos años de su vida.
7. La protección para los fundadores
Para ellos se recomienda que inicien la sucesión patrimonial en vida, repartiendo las acciones a sus hijos en forma proporcional y conservando la mayoría de las acciones y la propiedad de los bienes inmuebles, al final, cuando los fundadores se retiran de la empresa para ocupar el puesto de la presidencia, todas las acciones deberán quedar repartidas justamente entre todos los sucesores, repartiendo la mayoría de las acciones a los hijos que conocen más la empresa, que tiene mas amor por ella y que la cuidaran mejor.
Repartidas ya las acciones, entre los hijos, los padres deberán quedar protegidos con el usufructo de la renta de los bines inmuebles del negocio (tiendas, fabricas, etc.). Al fallecer los fundadores, los bienes inmuebles pasan a los sucesores. En muchas ocasiones, la mejor manera de definir esta sucesión patrimonial es en un fideicomiso, en donde los dueños establecen las reglas para la repartición.
Herramientas Para Una Buena Sucesión Patrimonial
- Matriz patrimonial
Para ayudar a los fundadores a definir todo lo anterior, se recomienda elaborar una Matriz Patrimonial en donde aparecen en la parte horizontal las acciones y los bienes patrimoniales a repartir con el valor de cada propiedad.
En la parte vertical de la Matriz Patrimonial aparecen todos los sucesores a quienes se les repartirá el patrimonio.
Esto nos permite planear, justa y equitativamente, lo que le toca a cada heredero y cuál es el monto que recibe.
- Testamentos y fideicomisos.
Los medios legales más utilizados para definir una sucesión patrimonial son el testamento y los fideicomisos.
Los testamentos son muy limitativos y no se puede hacer cambios con ellos. En muchas ocasiones son impugnados por sucesores que no aparecen en el testamento, como podrían ser los hijos fuera del matrimonio, esto ocasiona largo juicios y altos costos legales. Sucede también que cuando el padre fundador de la empresa familiar se encuentra gravemente enfermo y la familia sabe que tiene un testamento universal a nombre de su esposa y sus hijos en parte iguales, en el caso de fallecer, los sucesores tendrán graves problemas para repartir acciones y bienes inmuebles, pero nadie se atreve a tocar el tema con el fundador, para esto sugerimos que el tema lo trate el mejor amigo o su consejero espiritual en casos muy difíciles.
Un fideicomiso, en cambio, no puede ser impugnado y en él se plasman los deseos del fundador, dejando flexibilidad para que los sucesores manejen con éxito la empresa familiar, por ejemplo, el fundador puede definir que solo se reparta un porcentaje de las utilidades de los negocios y el resto se reinvertirá en la empresa o en nuevos negocios, evitando que los sucesores pongan en peligro la empresa y asegurando su crecimiento y su trascendencia.
- Consejero Patrimonial
En todos los casos, se recomienda a los sucesores contratar a un Consejero Patrimonial que ayude al padre a realizar una sucesión patrimonial justa y equitativa, sucesión que permita a la empresa familiar trascender por varias generaciones.
Como podemos darnos cuenta, existen varios escenarios y herramientas para realizar una buena sucesión patrimonial, en Family Business Aso. México contamos con expertos para enfrentar y superar este reto de la empresa familiar, contáctanos estamos a tus órdenes.